En los últimos años ha habido muchos avances en el diagnóstico y en el tratamiento de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Estos avances suponen cambios significativos en la práctica del tratamiento de esta enfermedad, que se traducen en un mayor número de tratamientos efectivos en la práctica clínica.
Al disponer de mejores posibilidades diagnósticas, el tratamiento puede ser más específico para cada caso concreto.
Una parte fundamental del diagnóstico es el examen de heces. Desafortunadamente hoy por hoy las pruebas no se pueden realizar en ningún laboratorio español, teniéndolas que enviar al extranjero. Nuestra clínica para este proceso trabaja conjuntamente con un laboratorio en Alemania.
En él estudiamos la composición de la flora intestinal. En el caso de la enfermedad inflamatoria intestinal son sobretodo dos los gérmenes más importantes: Enterococo y Escherichia Coli. Muchos estudios demuestran el efecto que tiene el uso de preparados que contienen Escherichia Coli Nissle para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Se puede decir que el tratamiento con Escherichia Coli Nissle es parte obligada en el tratamiento de los síntomas de estos pacientes.
También podemos estudiar el nivel de inflamación de la pared intestinal con valores como la Alfa-1-Antitripsina, la Lisozima y la Calcopectina. La medición de la IgA secretora nos dará una fiel imagen del estado del sistema inmune asociado al intestino. Un preparado que conviene utilizar en estos pacientes es el Regacan, del que disponemos en consulta. Este preparado actúa directamente sobre la pared intestinal inflamada. Hay que comprender que el estado de inflamación de la pared intestinal también puede ser consecuencia de problemas con el alimento que tomamos o problemas con la digestión del alimento por las bacterias presentes en nuestra luz intestinal. Por esto, a parte del diagnóstico de heces, en muchos casos se hará también diagnóstico en sangre de ciertos valores.
En el siguiente informe se puede ver el estudio de la flora intestinal de un paciente donde se encuentran valores normales pero también otros alterados. Esta información es muy útil al permitirnos un tratamiento que realmente aborda los problemas presentes en el intestino del paciente. Tratar estos pacientes sin hacer un estudio de la flora intestinal hoy en día es inapropiado.
Uno de los valores importantes en la sangre puede ser la vitamina D.Muchos estudios han demostrado la importancia de valores de vitamina D por encima de 50 nanogramos/ml para una buena salud intestinal. Esto se debe a que la vitamina D más que una vitamina es una hormona y tiene mucha importancia en el funcionamiento de procesos inmunes. De hecho el tratamiento con altas dosis de vitamina D tiene un efecto similar al de los corticoides. Habrá que tener cuidado de estar en manos de un profesional que sepa manejar la vitamina D ya que el tratamiento con dosis diarias de 800 a 1000 unidades/día suele ser totalmente insuficiente en la mayoría de los pacientes con déficit.
En muchos casos nos encontraremos un síndrome de intestino permeable que se puede diagnosticar mediante la Alfa-1-Antitripsina y que se puede tratar con los preparados apropiados según el resultado de las heces. En la mayoría de los casos suele hacer falta darle al paciente Mutaflor, la Escherichia Coli Nissle disminuirá la diarrea. En algunos casos se asociará también Saccharomices. En aquellos pacientes que presenten una larga evolución de la enfermedad pueden confluir factores nutricionales y puede hacer falta una dieta especial como la dieta fodmap.
Resumiendo se puede decir que el diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal ha sufrido importantes cambios en los últimos años facilitando el entendimiento de los problemas presentes a nivel intestinal que pueden ser los responsables de los síntomas del paciente. Este diagnóstico ampliado conlleva un tratamiento mucho más especifico de la enfermedad por lo que se suelen acortar los tiempos de tratamiento.