Practicar deporte y una dieta sana y equilibrada son ahora aún más importantes que en verano. Visitar la sauna y el baño turco también son útiles para la prevención de la gripe y en general las infecciones, pero están prohibidos cuando el proceso ha empezado hace más de 24 horas.
El pilar más importante es la vitamina D:
Hay que tener el valor de vitamina D3 en sangre entre 50 y 80. En muchos casos la dosis a tomar es mayor a la cantidad diaria recomendada. Un estudio de la Universidad UCLA publicado en la prestigiosa revista Nature, demostraba que la vitamina D aumentaba notablemente la producción de péptidos antimicrobianos por nuestro cuerpo. Estas son 200 sustancias que directamente destruyen las paredes de bacterias, virus y hongos. Desde hace muchos años se constata que la prevención de las infecciones con vitamina D funciona de manera extraordinaria. En nuestra web se encuentra mucha información acerca de sus beneficios.
En la consulta disponemos de un producto de buena calidad a muy buen precio para nuestros pacientes.
Estos, si siguieron las indicaciones de años anteriores están tomando vitamina D desde mediados de octubre o noviembre. En las personas sin factores de riesgo (ancianos, asmáticos, EPOC…) es suficiente con la toma de vitamina D. Pero los tratamientos expuestos a continuación aumentan el efecto protector. La vitamina D es mas que una vitamina, es mas bien considerada una hormona con la que se ¡suma salud!
Vitamina C:
La vitamina C también es importante en la prevención de la gripe. Sobre todo los enfermos crónicos deberían de tomarla todo el año. Se recomienda tomar de 2 a 3 gramos al día en tomas espaciadas a lo largo del día. En caso de enfermedad aguda se aumenta la dosis hasta un máximo de 15 gramos al día.
Para esto disponemos de vitamina C en polvo, económica y fácil de tomar. Siempre tiene que ser tomada con una vitamina C natural (zumo, cítricos, pimiento, etc.) y nunca en dosis superiores a 3 gramos a la vez.
En caso de ser una dosis demasiado alta aparecerá diarrea, que remitirá al disminuir la dosis. Muy raramente aparecerán molestias gástricas o trastornos del sueño si la vitamina es tomada demasiado tarde. Estas dosis tan altas se toman únicamente en el momento de enfermedad aguda. Añadir una pequeña dosis de hierro (10 mg p.ej.) aumenta notablemente el efecto terapéutico de la vitamina C en el caso de enfermedad aguda. El hierro oxida la vitamina C, transformándola a una forma que es diez veces más virostática. Pacientes con enfermedades crónicas deberían tomar siempre 3 gramos al día. Nunca se suspenderá de un día para otro, sino siempre paulatinamente.
Zinc:
La toma diaria de 20 a 25 mg de Zinc se recomienda solo en la fase con mayor riesgo de infección, pero nunca más tiempo que 4 semanas. Es importante – como con la vitamina D – controlar los valores en sangre. Es muy útil en el tratamiento del catarro y en la fase de enfermedad gripal aguda. Al impedir la fijación del virus a nuestra mucosa, disminuye notablemente la duración del catarro. Es importante empezar a tomarlo antes de que pasen 24 horas del inicio de la enfermedad. Con esto muchas veces se cierra la puerta a la gripe.
Personas con una falta de selenio sufren gripes más severas y duraderas. Se encuentra sobre todo en la carne, el arroz y el trigo. En aquellas personas con problemas pulmonares o ancianas controlamos los valores de selenio en sangre para proceder a su sustitución si es preciso. El selenio disminuye la frecuencia de mutaciones del virus de la gripe. Si se tiene problema por empastes de amalgama es mejor prescindir de el por qué se une al mercurio y lo fija en los tejidos. La dosis óptima, varía pero suele ser de 100 a 200 mcg.
Oscillococcinum:
En cuanto se nota el primer síntoma se empieza con la toma de este preparado. Desde hace más de 10 años utilizado con éxito en el tratamiento de gripes y catarros. Únicamente lo recomendamos para el tratamiento, no para la prevención de la gripe. Lo importante es tomarlo en cuanto se note el primer síntoma.
Como siempre, cuando enfermamos es muy importante evitar azúcares. Y al final un pequeño pero muy útil consejo para aquellos a los que les llegue demasiado tarde este consejo: En el caso de enfermar se consigue en muchos casos una curación «milagrosa» poniendo algunas gotas de peróxido de hidrógeno en cada oído dejándolo durante algunos minutos en el oído, dejando la cabeza ladeada. Es totalmente inocuo, se oirá el burbujeo del peróxido. Algo parecido es el MMS de Jim Humble que utilizamos con mucho éxito en muchos procesos de infecciones de vías respiratorias altas con fiebre.
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