• 08 MAR 08

    El tratamiento post-quirúrgico y conservador para estas lesiones consta de distintos tratamintos importantes:

    P.N.F.: es uno de los tratamientos más importantes en cualquier recuperación y por desgracia, de los menos utilizados, su función principal es adquirir el mayor equilibrio, elasticidad, adptabilidad y seguridad en la articulación afecta, para que en trabajos posteriores no se produzcan derrames o edemas por movimientos de tracción o movimientos articulares inadecuados.

    Masoterapia: sobretodo al principio de la recuperación, el masaje estará compuesto por diferentes fricciones y amasamientos sobre la zona afecta y su alrededor, también podremos realizar un masaje de drenaje intersticial para mejorar el riego sanguíneo en el tobillo afecto.

    Electroterapia: la utilizaremos durante todo el tratamiento, pues su función no es otra que la de disminuir el dolor y el edema, provocado por la propia cirugía o por el propio trabajo de recuperación. El antiinflamatorio más eficaz y común es el ultrasonido, cuyos resultados son en un alto porcentaje muy positivos. Si la musculatura de la pierna o el pie, presentas sígnos de atrofia muscular o disminuciones importantes de volumen, se aplicarán corrientes electroestimuladoras (TENS), lo que ayudará a una mejora en la movilidad de la articulación. Movilidad o aumento del arco articular: se realizará al igual que los dos tratamientos posteriores para restaurar las estructuras y funciones de la articulación y de la musculatura que rodea a la misma. Movilidad en la articulación tibiotarsiana, mediante flexión-extensión pasiva y activa, hold relax, mecanoterapia, marchas de puntillas y de talones. Movilidad en la articulación subastragalina y mediotarsiana, mediante adducción + supinación + extensión y abducción + pronación + flexión, asimismo se realizarán marchas en bordes laterales y si se cree conveniente masaje de despegamiento.

    Tonificación muscular: los primeros días se efectuarán trabajos isométricos para potenciar la musculatura afecta, después se pasará al trabajo activo asistido, seguidamente al activo contrarresistencia y posteriormente al trabajo activo utilizando el propio peso corporal. Asimismo, se llevarán a cabo ejercicios sobre la musculatura sinérgica y una gran variedad de apoyos podales para sufragar los vicios y malas posturas adoptadas.

    El trabajo debe ser de menor a mayor intensidad y dificultad, y se podrán utilizar: tablas oscilantes, equilibrios en superficies estables e inestables, ejercicios de coordinación en camas elásticas, cambios de posición y dirección y saltos con todas sus posibles variantes. Muy buen servicio presta el Kinesiotape. Este podría ser un tratamiento base óptimo, para recuperar una rotura parcial de un ligamento lateral de tobillo.

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