Algunos fármacos como el diazepam, la amitriptilina y algunos corticoides, tienen propiedades que actúan sobre el sistema nervioso central y periférico, pudiendo provocar reacciones en aquellas personas que los consumen habitualmente. Esto es debido a sus propiedades anticolinérgicas. El Omeprazol es uno de los medicamentos mas consumidos y presenta problemas similares según estudios recientes.
Teniendo en cuenta el uso generalizado de los mismos, se han realizado diversos estudios sobre los efectos secundarios de estos fármacos y en uno de ellos, realizado en Estados Unidos, profundizaron en sus efectos a nivel cerebral en personas ancianas. Mediante pruebas de imagen, se compararon aquellos resultados de las personas que no habían tomado los medicamentos con las que sí, observándose que las consumidoras tenían un cerebro reducido. También encontraron un metabolismo de la glucosa disminuido, disminución de la memoria a corto plazo y menor agilidad mental.
A pesar de estos resultados, está en debate que dichos fármacos puedan originar demencia y acelerar el deterioro cognitivo. Lo que sí queda en claro es el abuso de su receta y toma, y la importancia de valorar alternativas a la hora de prescribirlos para tratar a personas ancianas y principalmente, a aquellas que ya tienen una demencia de base.
La principal medida antes de recetar medicación es educar al paciente
Antes de recetar Diazepam por insomnio, se puede intentar cambiar hábitos de vida y remedios naturales: no cenar comidas copiosas, tomar melatonina (bajo prescripción y supervisión médica), recordar que no necesitan dormir 8 horas de sueño (por su escasa actividad), evitar tomar estimulantes como el café pasada la media tarde, no echarse la siesta, probar el método Earthing , tener una rutina de sueño fijada, pasar como mínimo 30 minutos al día bajo la luz solar, etc y se podrían enumerar muchos más consejos que pueden ayudar a controlar los problemas de sueño.
Tanto los profesionales sanitarios como la población en general, tenemos que concienciarnos sobre la relevancia del peligro de los efectos secundarios de los fármacos y no usarlos siempre como primera opción para “mejorar” nuestra salud.