Uno de los pilares para una buena salud ósea es el ejercicio con carga, como lo es el trabajo muscular con pesas o el trabajar en el jardín con una pala o moviendo pesos. A parte del ejercicio físico, es indispensable alimentarse sanamente.
En contra de las recomendaciones de hace muchos años, hoy en día ya no se puede recomendar el consumo de leche para prevenir la osteoporosis. Esto se debe a que el consumo excesivo de leche lleva a una sobreacidificación del cuerpo. Al pasar esto, el cuerpo extrae calcio de los huesos para anular estas sustancias ácidas. La acidificación se debe al hecho de que la leche en los años 50-60 tenía una relación de ácidos grasos omega 3 a omega 6 de uno a cuatro. Los ácidos grasos omega 3 son aquellos que nos protegen de inflamación y los 6 producen inflamación. Pues bien hoy en día esta relación ha pasado a ser de 1-45, quiere decir por cada ácido graso omega 3 hay 45 de omega 6. Esto lleva a que el consumo exagerado de leche automáticamente lleve a una sobreacidificación del cuerpo produciendo perdida de calcio en huesos, y por lo tanto osteopenia y después osteoporosis.
Hay que comer una dieta variada, orgánica, de alta calidad y preferiblemente de productos locales. Hay que tomar muchos vegetales. Sobretodo la cebolla, la cual es rica en ciertos péptidos. Ha demostrado ser beneficiosa al aumentar la densidad ósea. No olvide tomar proteínas de alta calidad. Huevos preferiblemente con alto contenido de ácidos grasos omega 3 y carnes de animales que han recibido únicamente pasto. Se necesitan estos aminoácidos, para formar la matriz ósea.
¿Y porque es tan importante que los animales cuya carne comemos y cuya leche tomamos se hayan alimentado únicamente de pasto?
Esto se debe a que los animales que antes únicamente recibían pasto, presentaban una relación de ácidos grasos de omega 3 y 6 de 1-4 aproximadamente, y ahora al ser alimentados siempre -y a veces únicamente con grano- esta relación ha pasado a ser de 1-45. Este exceso de ácidos grasos omega 6 es responsable de la sobreacidificación del cuerpo. Por el mismo motivo hay evitar la comida procesada ya que esta tiene efectos bioquímicos que disminuyen la densidad ósea.
En este contexto surgió el termino silent inflammation (inflamación silenciosa) creado por Barry Spears, la cual se considera epidémica en nuestros tiempos. Todo esto nos lleva a intentar tener un buen balance entre los ácidos grasos omega 3 y 6. Aun así, hoy en día, en muchos casos es necesario tomar suplementos alimenticios para asegurarse de tener suficientes ácidos grasos omega 3. En la consulta disponemos de distintos productos de buena calidad para la suplementación de ácidos grasos omega 3 y 6.
De especial interés en este contexto es el aceite de krill. Hay que cambiar de vez en cuando el aceite que consumimos y no utilizar siempre el de oliva. Es muy importante no calentar demasiado el aceite ya que al calentarlo mucho se producen las grasas trans, que son tan dañinas. En muchos casos con calentar el aceite un poco y tapar la sartén es suficiente. Hay que evitar utilizar gluten y los granos en general, ya que disminuyen la densidad ósea. Así por ejemplo el trigo, el centeno, la cebada, y la avena. Así mismo hay que evitar todas las bebidas azucaradas (Coca Cola, Fanta, etc.) y en general el azúcar.
El consumo excesivo de azúcar lleva a que el hueso pierda calcio.
Es muy importante suplementar vitamina D. Ya hablamos de la importancia de asegurarnos de tener unos niveles adecuados de vitamina D en sangre. Sobre todo las mujeres cerca de la menopausia necesitan unos niveles de vitamina D entre 50-80. Así se hace necesario tomar el sol en verano, y en invierno suplementar con un producto de buena calidad. En muchos casos también es necesario suplementar magnesio y vitamina K2.
La vitamina K2 es aquella, que sirve de pegamento para juntar el calcio a la matriz ósea. Es conveniente tomar 150 microgramos de vitamina K2 al día. Nuestra alimentación no suele tener suficientes cantidades de esta vitamina. A parte del magnesio y la vitamina K2 hay casos en los que es necesario tomar manganeso, zinc, silício y otras sustancias en mucha menos frecuencia. Una buena fuente para vitamina K2 es el queso. Los productos lácteos, que no la leche, pueden ser una de las fuentes de calcio. Lo mejor es utilizar sal del Himalaya, la cual es una sal con muy alta y la más variada concentración de minerales. Los suplementos químicos de calcio, muchas veces presentan problemas porque no se absorbe este calcio químico igual que uno natural.
El tratamiento de la osteoporosis, en la mayoría de los casos, se fija demasiado en suplementar únicamente calcio, pero son mas de una docena los minerales que componen el hueso y cuando se aporta una cantidad excesiva de calcio se provoca una falta en otros minerales y por lo tanto una disminución en la densidad ósea. Este consumo excesivo de calcio, lleva la falta de otros minerales y además aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, cálculos, artrosis, hipotiroidismo, diabetes tipo II y obesidad. Varios estudios aparecidos recientemente postulan que las altas tasas de osteoporosis puedan deberse a un exceso de calcio ingerido. Este, al no ser fijado en su totalidad en el hueso y aumentar en los tejidos periféricos, provoca que el hueso pierda otros minerales.
Siempre será un producto natural superior a un compuesto químico. Los minerales incluidos en un producto como la sal del Himalaya, aseguran un aporte mucho mejor y mucho mas equilibrado de minerales que la suplementación con cualquier calcio químico.
Pacientes que han tenido que tomar corticoides para tratar alguna enfermedad siempre deben de asegurarse de no haber provocado una perdida en la densidad ósea por el consumo de los mismos. Y si el medico ha asegurado que no se a producido daño óseo, se debe igualmente tomar suplementación, alimentos y en algunos casos medicación para prevenir que se produzca daño óseo en consecuencia a la toma de corticoides.