Muchos de los medicamentos que hemos presentado en nuestros consejos, tienen que ver con la medicina anti-envejecimiento. Todos los medicamentos y complementos nutricionales que son antioxidantes, han de ser incluidos en el grupo de estos medicamentos. La investigación científica, esta dedicando últimamente muchos recursos a este campo de investigación que es el estudio del envejecimiento.
Uno de estos campos es el que tiene que ver con los telómeros. Los telómeros, son estructuras que están en los extremos de los cromosomas. Su función es evitar que los cromosomas se degraden o se peguen entre ellos. De esta manera aseguran que en el proceso de duplicación de los cromosomas no aparezcan fallos. Pero los telómeros solo pueden acometer esta función, mientras presentan una cierta longitud. Cuando estos se acortan y pasan de una cierta medida critica su función protectora desaparece. Cuando los telómeros son demasiado cortos, hay una limitación en la capacidad de regeneración de las células, por lo que estas envejecen mas rápidamente al no poderse regenerar.Los telómeros constituyen un reloj de la edad biológica del organismo. Protegiendo los cromosomas, de su deterioro contra la división celular, aseguran la replicación de las células y mantienen la edad media de la población celular mas baja. Pero a medida que se suceden las replicas celulares el tamaño de los telómeros disminuye. Asi que pueden ser considerados como marcadores de la edad biológica. Pero no es solo, la replicación celular, el único mecanismo que influye en la longitud de los telómeros. Son muchos otros factores los que influyen, como los factores genéticos, ambientales (estrés, daño oxidativo, (dieta) infecciones crónicas). En abril de 2011 un grupo de investigadores de Univ. de California presentó un estudio en el que demuestra el efecto protector del ejercicio físico, sobre el impacto que tiene el estrés psicológico en la longitud de los telómeros. Es este el grupo de Elizabeth Blackburn, que recibió el premio Nobel de Medicina en 2009, y que es uno de los grupos mas importantes de investigación de los telómeros. Fue este grupo el que hace unos años demostró que mujeres que habían padecido estrés importante presentaban telómeros significativamente mas cortos. El estudio presentado actualmente, confirma que la práctica habitual de deporte atenúa este efecto negativo que tiene el estrés psicológico sobre las células. Es el ejercicio físico una “medicina” que consigue disminuir el deterioro de los telómeros e incluso alargarlos. Otra prueba mas de la importancia del ejercicio físico, como indicamos en nuestro articulo la importancia del ejercicio físico.
En ratones se ha conseguido alargar la vida con técnicas aplicadas a los telómeros. Pero en lo que concierne a su aplicación en el hombre, aun quedan muchos interrogantes. La telomerasa, es una proteína que repara los telómeros cuando estos se encuentran dañados. Esta proteína unicamente esta presente en algunas de las células humanas. El acortamiento de los telómeros, es el mecanismo mediante el cual se detiene la replicación de las células. De esta manera se consigue que las células, después de un cierto tiempo de vida, dejen de replicarse. Cuanto mas larga ha sido la vida de una célula, mas lesiones de ADN se habrán acumulado durante el proceso de duplicación de las células. Es el acortamiento de los telómeros lo que hace envejecer y finalmente morir a estas células muchas veces dañadas. En el caso de actuar a nivel de este proceso se correría el riesgo de padecer tumores, a muchos niveles celulares. Este proceso de envejecimiento celular, es uno de los mecanismos que nos protege de cáncer y hay que actuar con sumo cuidado si se actúa a este nivel. De hecho, uno de los mecanismos del cáncer es la producción de la enzima para convertirse en inmortales. Así muchas líneas de investigación, están destinadas a frenar la acción de la telomerasa.
La reactivación de la telomerasa, está presente en células de la línea germinal. Al reactivarse la telomerasa, hacemos rejuvenecer las células del cuerpo y sus órganos durante varios años. Desde el momento en que rejuvenecen las células, esto significa que sus órganos (corazón, cerebro, pulmones, y también piel, ojos, tímpanos, etc.) teóricamente pueden volver a funcionar como hace décadas; aunque el envejecimiento del ser humano no se limita al envejecimiento de las células ya que por ejemplo células de un tumor canceroso, que se reproducen a toda velocidad, son todas “jóvenes”, pero no por ello dejan de causar la muerte. Los cromosomas están hechos de filamentos de ADN, generalmente en forma de X. Estos filamentos están compuestos de ácidos nucleicos, llamadas “nucleótidos”, que contienen su información genética. Sin embargo, el ADN es una sustancia que tiende a adherirse a todas partes, sobre todo al pasar cerca de otro fragmento de ADN, lo que provoca problemas en la célula, que puede degenerar y convertirse en cancerosa.
Para evitar esto, cada rama de la X de sus cromosomas tiene una tapa protectora, que a su vez está también compuesta de nucleótidos, llamada “telómero”. Así, estos telómeros protegen su información genética en el corazón de sus cromosomas. Pero también tienen otra función importante: ayudar a que su ADN se replique con más facilidad, para permitir la división celular y, por lo tanto, el nacimiento de una nueva célula. Cuanto más largos son los telómeros, las células están mejor protegidas contra el riesgo de cáncer y más fácilmente pueden reproducirse y así regenerar sus órganos. Sin embargo el problema es que, con cada división celular, los telómeros pierden decenas o cientos de ácidos nucleicos. Los telómeros humanos están programados para acortarse alrededor de 100 pares de bases por división celular. Esto significa que, según pasan los años, sus telómeros se hacen más y más cortos. Sus células tardan cada vez más tiempo en dividirse, hasta que ya no lo hacen en absoluto. Entran “en senescencia”, un término médico para decir que están viejos. Además, cuando los telómeros se acortan, su material genético no está tan bien protegido. Entonces aumenta el riesgo de mutaciones anárquicas en sus cromosomas, y el riesgo de cáncer. Los telómeros cortos son factores de riesgo para la arterioesclerosis, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, el Alzheimer, las infecciones, la diabetes, la fibrosis, el síndrome metabólico y el cáncer. Analizada la longitud de los telómeros en 150 personas mayores de 60 años se llegó a la conclusión que aquellos que tenían los telómeros más cortos tenían una probabilidad ocho veces más elevada de morir a causa de enfermedades infecciosas y tres veces más de tener un ataque al corazón, esto es porque las células inmunitarias no se replicarían con la rapidez suficiente como para luchar con eficacia contra las infecciones.
Un experimento dirigido por el Dr. DePinho fue un éxito en el laboratorio: los médicos trataron a unos ratones para que envejecieran prematuramente. Al cabo de un mes, su fertilidad había disminuido y sufrían enfermedades relacionadas con la edad, como diabetes, osteoporosis o neurodegeneración. El Dr. DePinho y su equipo dieron entonces a los ratones la sustancia que reactiva la telomerasa, y que hace rejuvenecer.
Las partes que aparecían arrugadas volvieron a la normalidad y volvieron a funcionar como antes.
Otros órganos como el bazo, el hígado o el riñón, se habían restaurado. Incluso el cerebro, que se había reducido, volvió a su tamaño normal. Las células nerviosas, que producen nuevas neuronas y mantienen las células cerebrales, volvieron a funcionar. Hay muchos productos que estimulan la producción de “telomerasa”, la enzima que favorece la elongación o estiramiento de los telómeros.
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