• 01 JUL 08

    En todo nuestro cuerpo se encuentran distintos tipos de receptores. Estos se encuentran en todos los tejidos, paredes de órganos y en los finales de las neuronas y otras estructuras.

    Estos receptores recogen información y la envían a la médula espinal. Esta es la que decide que es lo que se envía al cerebro. Mandará únicamente los estímulos que considere importantes al cerebro. Algunos estímulos a los receptores son tan agudos o importantes, que directamente son enviados al cerebro desencadenando los reflejos. Muy importante en este contexto son los propioceptores, estos se pueden dividir en receptores de posición, que se encargan de identificar la posición de las articulaciones.

    Están los propioceptores del movimiento, que se fijan en la dirección y velocidad del movimiento, y finalmente tenemos unos propioceptores de fuerza que son los que detectan la intensidad de la fuerza muscular. Los cuerpos de Paccini se encuentran sobretodo en el periostio (piel que recubre el hueso), los tendones, las cápsulas y los ligamentos. Controlan al cuerpo sobretodo durante el movimiento y son muy sensibles a cambios de presión y deformación de los tejidos.

    el lenguaje del dolorLos cuerpos de Ruffini controlan los movimientos e informan al cerebro de la posición de las articulaciones. Se les puede encontrar en las cápsulas articulares, los ligamentos, los envoltorios de los órganos internos y en los grandes vasos. Reaccionan a estímulos de tracción y presión. Y finalmente tenemos los cuerpos de Golgi. Estos reaccionan también a la presión y tracción, pero su respuesta depende de la intensidad del estímulo. Ellos son los que controlan la fuerza y la tensión del músculo protegiendolo del daño, cuando se contrae con demasiada fuerza. Son ellos los que detectan la tensión en el músculo y mandan esta información al cerebro, consiguiendo así que el cerebro dé la orden de relajar el músculo cuando en el mismo se encuentra demasiada tensión muscular de manera que el músculo pudiera sufrir daño. Los cuerpos de Golgi se encuentran sobretodo en la zonas de transición entre tendón y músculo, en las cápsulas articulares y ligamentos. Estas son las estructuras sobre las que se actúa en nuestra terapia del dolor LnB.

    Las terminaciones nerviosas libres, son un importante entramado que detecta todo tipo de cambios en nuestro cuerpo.

    Los nocireceptores, son parte de ellos. Pero en contra de lo que muchas personas creen estos receptores no son receptores del dolor. Ellos transmiten simplemente una información de alta importancia pero será en la médula o en el cerebro donde se decide si esta información conlleva un daño tan importante como para activar dolor. Será finalmente en el cerebro donde será activada esta sensación.

    Es únicamente en el cerebro donde la información se convierte en sensación de dolor.

    El cerebro convertirá la información en sensación de dolor solo si considera que la información transmitida puede dañar las estructuras del cuerpo. De esta manera queda claro que el dolor es algo”bueno” porque quiere proteger nuestro cuerpo de que se infrinja ulterior daño a sus tejidos. El uso de analgésicos, puede ser incluso contraproducente por que no corregirá el error que ha llevado a esa información y el daño tisular podrá seguir avanzando.

    Hay muchas clasificaciones distintas, pero para simplificar la explicación se pueden distinguir tres tipos distintos de dolor. El dolor por sobrecarga , es un dolor que nos avisa de un posible daño. Casi siempre es debido a problemas musculares. La musculatura que sea demasiado débil será la primera estructura avisada por el cerebro cuando se esté cerca de sobrecargar estructuras del cuerpo. Será un dolor leve que desaparecerá en cuanto termine la sobrecarga y el posible daño al que pueda llevar. Un ejemplo típico es el dolor de las cervicales o el dolor de las lumbares. Es una quemazón en los músculos sobrecargados. Coja un cubo con tres litros de agua y mantengalo con el brazo levantado 90° y estirado en el aire lejos del cuerpo y sentirá el típico dolor como quemazón del dolor por sobrecarga.

    Si usted tiene en cuenta este dolor, reacciona correctamente (¡que no es el tomar ibuprofeno o similares!) y hace algo en su contra, evitará que aparezca el siguiente tipo de dolor que es el dolor de alarma. En este caso se trata del cuerpo que pide auxilio a gritos para tratar de evitar el inminente daño a los tejidos. El dolor de alarma suele estar precedido por muchos momentos con dolor de sobrecarga con sus ligeros dolores. Pero la persona que sufrió esos dolores de sobrecarga, no cambió sus hábitos y por esto el daño ha ido a más y así pudo aparecer la ciática por ejemplo. En el momento en que el cuerpo bloquea todo movimiento a nivel de las lumbares, el cerebro se ha encargado de hacer esto para proteger los discos vertebrales a nivel de las lumbares por que la carga sobre estos iba a ser tan grande y la rápidez del movimiento demasiado alta pudiendo producirse una hernia discal. El paciente que sufre de esto habrá tenido antes muchos episodios en los que después de estar mucho tiempo sentado tenía que desatascarse primero para poder andar erguido. O bien después de levantarse de la cama por la mañana se notaba que los primeros cinco minutos le dolía la espalda y no podía moverse libremente. Después de mucho tiempo con situaciones similares esta persona hace un incorporación con movimiento demasiado rápido a nivel de las lumbares y entonces de repente aparece un dolor muy fuerte que bloquea todo movimiento. Este es un dolor de alarma que el cerebro ha proyectado a nivel de columna lumbar y si no lo hubiera hecho posiblemente en este momento el paciente habría sufrido una hernia discal a nivel lumbar. Si el paciente anteriormente hubiera hecho caso de los múltiples avisos del dolor de sobrecarga nunca habría llegado a esta situación. Es importante para las personas que presentan estos dolores a nivel de lumbares o cervicales que estiren la musculatura para prevenir el dolor de alarma. Pero debido al sedentarismo y a que muchas personas duermen en posición fetal toda la musculatura de la parte anterior del cuerpo sufre acortamiento, esto lleva a que muchas veces nos encontramos a personas jóvenes con preocupantes déficits de movimiento y estiramiento muscular. El 90% de los dolores de alarma son musculares. El 75% de los dolores de espalda serán dolores de sobrecarga o de alarma.

     

    El último tipo de dolor que se presenta es el dolor por daño. Este es el dolor que aparece cuando después de mucho tiempo de dolor por sobrecarga o de alarma ha aparecido un daño en estructuras del cuerpo. En el caso del paciente con problemas a nivel de las lumbares sería por ejemplo un dolor facetario por que haya aparecido a nivel de las articulaciones facetarias una artrosis. Aún así en el dolor de la artrosis, gran parte del dolor será simplemente muscular y podrá ser aliviado significativamente, quedando en la mayoria de los casos en un maximo del 30%. El dolor de la ciatica en muchos casos no será una verdadera ciática y solo un dolor muscular transmitido por las fascias como explicamos en otro artículo, Me duele, pero no tengo hernia. El hecho de tener una hernia discal en la resonancia magnética de la columna lumbar no significa tener que ser operado. Muchas veces se consigue quitar las molestias sin cirugía y la hernia – al perder agua – en muchos casos desaparece después de algunos años.

    Los receptores y sensores son proteínas que son producidas en las neuronas a partir del código genético del DNA. En este DNA existen múltiples recetas para distintos tipos de receptores. La vida media de estos es solo de unos pocos días. Se están renovando continuamente. Son sustancias químicas las que se encargan de abrir o cerrar estos receptores. La velocidad de renovación es bastante constante pero a veces se da el caso de que aumenta significativamente la producción, lo que lleva a un aumento de sensibilidad. En un articulo publicado en 12/2010 en la revista Science un grupo de investigadores de Canadá y Corea del Sur, encontraron una enzima responsable del dolor. Bloqueando una enzima proteinquinasa consiguieron aliviar dolor. Su intención ahora es encontrar una medicación que actúe a nivel de esta proteína para así conseguir bloquear el dolor crónico. Este grupo de investigadores, encontró niveles aumentados de la proteína en el cortex cingular anterior del cerebro de ratones afectados de dolor. De hecho ya se encuentran en el mercado varias patentes de bloqueadores de estos enzimas pero por ahora no se ha llegado a poder aplicarlas en las personas.

    dolor de espalda

    En otro articulo ya hablamos de la importancia del sistema nervioso parasimpático por lo que aquí lo dejaremos de lado. Muy importante es también la respuesta a nivel endocrino en las personas con dolor. Aquí tiene especial significado el cortisol, la llamada hormona del estrés. Los niveles de cortisol, aumentarán en sangre en situaciones extremas, reduciendo las funciones corporales que en ese momento no son tan importantes y aumentando las funciones corporales necesarias para responder al estrés. Supongamos que se ve expuesto a una situación de estrés como por ejemplo el haber levantado un peso y lesionarse en la espalda. En este momento el aparato reproductor y digestivo no son importantes, también los procesos curativos en este momento dejan de ser tán importantes, por lo que el cortisol disminuye la actividad a todos estos niveles. Es importante reducir la actividad a nivel de otros procesos curativos, ya que estos son procesos que consumen mucha energía que en ese preciso momento es necesitada a nivel de las lumbares. En nuestro caso, el cortisol, se encargará de aumentar el aporte energético a los músculos afectados para así poder mejor responder al estrés. Niveles crónicamente aumentados de cortisol, en cambio pueden hacer aparecer problemas. Esto llevaría a problemas en procesos de curación, memoria, depresión, desesperación por la propia salud, y una marcada disminución de la capacidad de reacción de la persona. La producción de cortisol varía durante el transcurso del día. Sus niveles máximos son alcanzados por la mañana, disminuyendo algo a medido dia y alcanzando sus niveles mínimos hacia la tarde. Debido a esto mucho pacientes con dolor crónico, manifiestan que presentan picos de dolor por la tarde y es cuando su capacidad física se ve más mermada. El dolor

    Un último sistema que interviene en el dolor, es el sistema inmune. Este no se activa tanto en situaciones agudas de dolor, sino que suele ser activado únicamente cuando el dolor se vuelve mas severo o crónico. Estrés de larga duración, llevará a cambios del sistema inmune, lo que se manifiesta en un aumento de la citoquinas en sangre. Estas son sustancias que estimulan la aparición de inflamación.

    Resumiendo los aspectos importantes:

    • Toda experiencia dolorosa es una respuesta normal a algo que su cerebro considera como una amenaza. La intensidad de la experiencia no tiene por qué ser directamente proporcional a la extensión del daño tisular provocado. La experiencia dolorosa es creada en el cerebro en dependencia de muchas señales sensoriales procesadas a nivel cerebral. En todo el cuerpo se encuentran sensores y receptores, que a partir de un cierto grado de estímulo, mandan una señal a la médula espinal. Esta señal de alarma recibida por la médula espinal lleva a la secreción de sustancias en la sinapsis y si el grado de activación pasa de un cierto valor limite a nivel de la médula espinal, el estímulo pasará al cerebro avisando de la situación de alarma. El cerebro procesará esta información y si considera la situación de alarma como lo bastante seria, producirá dolor. En esta situación el cerebro activará diferentes sistemas, para que trabajen conjuntamente y así conseguir sacar el cuerpo de la situación de alarma. En los casos en los que el dolor permanece durante mucho tiempo, el sistema de alarma se vuelve más sensible. Las neuronas encargadas de transmitir situaciones de alarma, son activadas más fácilmente y producen más sensores para las sustancias químicas relacionadas con este proceso. También en el cerebro comenzará la secreción de sustancias químicas que activan las partes correspondientes con la situación de alarma a nivel del cerebro, de esta manera los sistemas de reacción se ven activados y más involucrados por lo que con el tiempo pueden llegar a contribuir a la situación problemática más que solucionarla. Finalmente los pensamientos y los planteamientos de vida, son más y más influenciados por la situación de alarma, lo que contribuye a agravar ulteriormente el problema. El cerebro comienza a habituarse a la situación de dolor entrando en un estado de memoria del dolor que es cuando los sensores de alarma en los tejidos periféricos contribuyen cada vez menos a la situación sino que pasa a ser el mismo cerebro el que crea la situación de alarma, independientemente de los estímulos periféricos.

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