• 01 MAY 08

    La articulación esterno-clavicular es la única articulación de la cintura escapular con el tronco que permite una movilidad en todos los planos de la clavícula sobre el esternón.

    ¿Qué es la cintura escapular?

    Cuando hablamos de el cinturón óseo, formado por la clavícula y la escapula, nos referimos al nexo de la unión entre la extremidad superior y el tronco. La gran posibilidad de movimientos de esta articulación, viene limitada por su estructura ligamentosa. La gran firmeza y elasticidad de esta articulación explica la escasez de luxaciones esterno-claviculares que contrastan con la relativa frecuencia de las fracturas de clavícula.

    ¿Por qué se produce?

    Esta lesión, más bien rara y se produce por los traumatismos que influyen de forma directa sobre el extremo interno de la clavícula. Sin embargo, se han descrito luxaciones secundarias a traumatismos violentos sobre el hombro, ya sean por caída o golpe sobre el mismo. Para que esta lesión se produzca es necesaria la ruptura de los fuertes ligamentos esterno-claviculares y costo-claviculares y puede presentarse de las siguientes formas:

    Luxación anterior o preesternal, la más frecuente y de mejor pronóstico. Se produce de modo indirecto por caída o golpe directo sobre la cara anterior del hombro y provoca la salida de la clavícula por delante del esternón.

    Luxación posterior o retroesternal. La clavícula se desplaza por detrás del esternón y es de presentación más rara que la anterior. Su gravedad depende del posible desplazamiento y compresión hacia el mediastino. El mecanismo suele ser directo sobre el extremo interno de la clavícula y más raramente indirecto por golpe sobre la cara posterior del hombro.

    Luxación supraesternal. No es una lesión frecuente y suele asociarse a la luxación anterior.

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    ¿De qué manera podemos detectarla?

    Se caracteriza por la aparición de dolor e impotencia funcional, más o menos acusada, en la raíz del miembro superior, especialmente en los movimientos de rotación, abducción y antepulsión.

    En la luxación anterior o preesternal, la deformidad suele ser visible a simple vista y la palpación pone de manifiesto un saliente duro que desaparece a la presión, doloroso a nivel de la articulación esterno-clavicular.

    En la luxación posterior la aparición de una depresión o foseta sustituye al bultoma. A veces puede darse dificultad respiratoria por la compresión de las estructuras mediastínicas. Aunque el mejor modo de detectar la lesión es la inspección-palpación, una buena proyección radiológica pone de manifiesto la superposición entre el mango del esternón y la extremidad interna de la clavícula.La topografía es una exploración muy efectiva. El pronóstico benigno puede dejar alteración estética debido al bultoma, especialmente en mujeres. En algunos casos, suele persistir el dolor en forma de molestia secundaria a la incongruencia articular y a veces en las luxaciones posteriores el pronóstico deriva de las posibles alteraciones a nivel de mediastino. Se han descrito rupturas del conducto torácico secundarias a este tipo de luxación riesgo de vasos subclavios o carotídeos.

    Y su tratamiento, ¿es muy complejo?

    a) Luxación aguda

    Luxación anterior o preesternal: La dificultad en el tratamiento de este tipo de luxación deriva no de su reducción, sino de su difícil mantenimiento, porque rotos los ligamentos resulta inestable. La reducción solo es difícil si hay interposición meniscal. El tratamiento ortopédico, en las luxaciones anteriores, se realiza mediante un vendaje en «8» de guarismo mantenido durante 21 días, en espera de la cicatrización de las lesiones capsuloligamentosas. No obstante, sólo la reparación quirúrgica con sutura capsular y una plastia de fascia lata a modo de ligamentos aseguran una buena contención. Luxación retroesternal: Es necesario recurrir siempre al tratamiento quirúrgico mediante la reparación del aparato capsuloligamentoso y la fijación temporal mediante una aguja de Kirschner.

    b) Luxación antigua

    Dada la dificultad de reducir incruentamente las luxaciones preesternales antiguas, si es asíntomática y no plantea problema estético nos abstendremos de tratamiento. Pero si provoca dolor o crea problemas estéticos, hay que recurrir al tratamiento quirúrgico, donde se realiza una plastia ligamentosa fijando la clavícula a la primera costilla con una tira de fascia lata, o la resección subperiostica del extremo interno de la clavícula, que es lo más aconsejable.

    c) Luxación recidivante

    Caben las mismas soluciones que para la luxación aguda.

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