• 01 AGO 16

     

    lactancia materna

    Cada día somos más conscientes de la relevancia que tiene la lactancia materna. La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo por muchos aspectos que veremos a continuación. Siempre que la madre no sufra ninguna patología que le impide dar de mamar o sufra alguna enfermedad que pueda trasmitir por la leche, es un aspecto fundamental dentro de nuestros consejos de pediatría integrativa.

    Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) «se recomienda iniciar la lactancia materna en la primera hora de vida, y mantenerla como única forma de alimentación durante los 6 meses siguientes; a partir de entonces se recomienda seguir con la lactancia materna hasta los 2 años, como mínimo, complementada adecuadamente con otros alimentos inocuos».

    La leche materna es rica en nutrientes de alta calidad que el bebé digiere fácilmente y utiliza eficazmente. No es necesario añadir agua puesto que aporta la cantidad de líquido suficiente para hidratarlo. Gracias a su composición cambiante, conforme el niño crece, le aporta los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo. Varía en función de la edad gestacional, la fase de lactancia y del momento del día en que mame el niño. El calostro, que se produce en los primeros 3-4 días del postparto, tiene cualidades especiales y es muy importante para el lactante por su efecto en el desarrollo, la digestión y la inmunidad. La leche materna es una fuente de energía y nutrientes importante hasta el segundo año de edad, incluso más adelante. Puede llegar a proporcionar un tercio de las calorías y proteínas que necesita un niño de dos años.

    Lactancia Materna

    Algunos de los principales beneficios de la lactancia materna son:

    Proporciona inmunidad:  aporta protección al lactante contra las infecciones por su contenido en factores antiinflamatorios, factores específicos, antibacterianos, antivíricos y antiprotozoarios e inmunoglobulinas IgA. El sistema inmunitario del niño menor de un año no está completamente desarrollado, por lo que su principal fuente de defensas viene de la madre. Se ha demostrado que sufren menos otitis, neumonías, diarrea, alergias, etc. que los que se alimentan con leche artificial.

    Tienen menor riesgo de diarrea: diversos estudios apoyan que la lactancia artificial favorece la aparición de diarrea, encontrando que había una probabilidad 17 veces mayor de diarrea frente a la lactancia materna exclusiva. La lactancia mixta supone un riesgo mayor también pero menor que si fuese sólo artificial. Entre las 0 y 13 semanas de edad, 20% de los niños con lactancia artificial sufrían diarrea mientras que con lactancia materna el porcentaje disminuía a un 3,6%.

    Tienen menor riesgo de infección respitatoria: los que consumen leches artificiales tienen una probabilidad 3 o 4 veces mayor de morir por pulmonía que los que consumen lactancia materna exclusiva.

    Tienen menos enfermedad atópica: hay menor incidencia de padecer diversas enfermedades como: enfermedad de Crohn, muerte súbita del lactante, enterocolitis necrosante (por la dificultad de digerir otros tipos de leche), infecciones graves, celiaquía, esclerosis múltiple, etc.

    Aspectos psicosociales:  como mencionamos al principio del artículo, la lactancia materna favorece el vínculo madre-hijo,hija. El estrecho contacto inmediatamente después del parto y en cada momento de amamantamiento fomenta el desarrollo del amor mutuo. Los bebes lloran menos y las madres responden mejor a las necesidades de sus hijos. Se ha demostrado también que favorece el desarrollo mental e intelectual con un mayor desarrollo cognitivo que con la leche artificial. Tal es la importancia de este vínculo, que podemos encontrar diversos estudios en los que se fomenta y se evidencia el «método canguro», que se basa en el constante contacto piel con piel, del que ya hablaremos en otro artículo.

    Para la madre también tiene muchas ventajas, principalmente, la tranquilidad de criar a un niño sano. Otras ventajas importantes que podemos encontrar son: pérdida de peso de la madre y reducción de la circunferencia de la cadera, reduce la hemorragia postparto, acelera la recuperación del útero por la liberación de oxitocinas durante la lactancia y reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario.

    Añadiendo aún más ventajas, la leche materna es un alimento ecológico. No se fabrica, no se envasa ni se transporta, evitando así el gasto de energía, la contaminación del medio ambiente y que nuestro bebé consuma aditivos no deseados. Por otra parte, para la familia es un gran ahorro ya que no constituye ningún gasto económico.

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando aceptas nuestra Política de Cookies.