• 30 MAY 14

    En la actualidad, España es el segundo país más longevo de Europa. Prueba de ello son las casi 400.000 personas mayores de 90 años. Según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE), estas cifras se multiplicarán por 4 en 2050.

    1- Entre las recetas de la longevidad, la dieta ocupa un lugar prioritario. Y es que, en función de lo que se consuma, es posible:

    – Frenar el proceso natural de envejecimiento.

    – Restaurar el equilibrio interno

    –  Y mejorar por tanto la calidad de vida.

    El éxito está en los hábitos de vida; sin ir más lejos en la sencillez de un buen menú. Por ejemplo, los platos de cuchara porque son muy versátiles, permiten multitud de formas de preparación y ejercen efectos beneficiosos sobre la salud. Precisamente, los mayores de hoy tenían al alcance la dieta mediterránea formada por legumbres, cereales, fruta, aceite de oliva, pescado azul y, además, era barata. Son muchas las investigaciones que avalan el papel de la dieta mediterránea, como arma, entre otras, contra las enfermedades cardiovasculares. Se calcula que en 2030, morirán cerca de 23,3 millones de personas por enfermedades cardiovasculares sobre todo por cardiopatías y por accidentes cerebro-vasculares (ACV), y se prevé que sigan siendo las principales causas de muerte según la OMS.

    2- Otro aspecto fundamental reside en la práctica de ejercicio físico. Los expertos subrayan que llevar una vida pasiva puede acelerar el envejecimiento de manera exponencial, ya que está demostrado que la actividad física moderada retrasa el envejecimiento funcional y reduce el riesgo de muchas enfermedades, sobre todo la muerte por patología cardíaca.
    Este ejercicio físico debe estar debe estar adecuado a las condiciones físicas de la persona:

    – En personas de más edad estarán recomendados siempre los ejercicios aeróbicos y al aire libre si es posible. Los de elasticidad mejorarán la calidad de vida articular; los de resistencia porque uno de los problemas es la arcopenia, una disminución de la masa muscular y que supongan mover el máximo de articulaciones.
    – Nadar es muy beneficioso aunque si no fuera posible se recomienda pasear. También el baile porque ayuda a sociabilizarse que es esencial para el cerebro porque un cerebro social es un cerebro vivo, sufre menos enfermedades y desarrolla nuevas capacidades como la coordinación.

    3- Según un estudio de la Universidad de Londres, las personas que tienen y se plantean proyectos, alcanzan de media 7 años más de vida. Las personas depresivas sufren una tasa de mortalidad 1,5 veces superior a las de la población de referencia. Los optimistas tienen más posibilidades de sobrevivir a un infarto de miocardio y se recuperan más rápidamente en las enfermedades coronarias que los pesimistas. En cualquier caso, la mente juega un papel fundamental en el envejecimiento y la actividad física y mental nos retroalimentan para seguir manteniéndonos activos. Ser optimista reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular según algunos estudios, las personas que tenían una imagen más positiva del envejecimiento, vivían un promedio de 7 años y medio más que los que no esperaban nada de la vejez.

    4- Otro factor clave es tener buenas relaciones sociales y familiares. En Japón, se ha demostrado que las personas mayores que carecen de contactos sociales fueron 1,5 veces más propensos a fallecer en los 3 años siguientes que las personas con apoyo social.

    En definitiva, evitar malos hábitos como fumar, hacer controles periódicos de la tensión arterial, incluir menos colesterol en la dieta, luchar contra la obesidad, practicar deporte físico, controlar los niveles de glucosa en sangre, consultar al médico, ya que existe una predisposición hereditaria a sufrir ciertas enfermedades, hacer una vida tranquila y ordenada evitando que el estrés desequilibre el organismo y realizar prevenciones periódicas de su situación cardiológica que deben iniciarse desde la infancia y deberá ser un estilo de vida más que una prevención, etc, son algunas de las herramientas fundamentales para conseguir llegar a los 90 y por qué no a los 100 años.

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