Son más de 3500 los estudios científicos que se han realizado para determinar su valor como medicamento contra el cáncer. Sus efectos son realmente impresionantes según los resultados científicos. La cúrcuma lanza un ataque múltiple contra las células cancerosas y tiene por su potente efecto antiinflamatorio muchas indicaciones.
Pero ¡no todos los productos que lleven cúrcuma proporcionan realmente cúrcuma! Así como un estudio demostró que uno de cada 4 productos de complemento de EEUU no es válido, con los preparados de curcumina sucede lo mismo. Utilizar productos que tienen pimienta añadida hoy en día es obsoleto. Hay que utilizar un producto que nos asegure evitar su baja biodisponibilidad. En la consulta utilizamos 2 productos de buena calidad que nos aseguran dosis adecuadas y fiables.
Su efecto antiinflamatorio hace que se utilice mucho en la medicina anti-envejecimiento y es responsable de las muchas indicaciones clínicas para el uso de la curcumina: diabetes, arteriosclerosis, artritis, demencia, enfermedades de la piel, hipercolesterolemia…..
Los científicos de M. D. Anderson escribieron en enero de 2003: La investigación extensa en los últimos 50 años ha indicado que la cúrcuma puede prevenir y tratar el cáncer. El potencial contra el cáncer de la curcumina se deriva de su capacidad para suprimir la proliferación de una gran variedad de células tumorales y regular a la baja factores de transcripción. Ensayos clínicos en humanos demostraron que no es tóxica en dosis de hasta 10 g/día. Es antioxidante, tiene propiedades anti-inflamatorias y anti-cancerígenas.
Varias líneas de células tumorales de mama, «incluyendo la hormona-dependiente y la independiente y multirresistente (MDR)», responden a los efectos antiproliferativos de la curcumina. Aggarwal y colaboradores encontraron que todas las líneas celulares – incluyendo los positivos MDR – eran altamente sensibles a la curcumina. Otros estudios ofrecen explicaciones diferentes pero confirman el nivel de actividad de la curcumina en contra de distintos tipos de cánceres. Un estudio publicado en 2011 demostró en casos de colangiocarcinoma, donde hoy en día no hay una buena terapia, la curcumina induce la apoptosis a varios niveles y podría ofrecer nueva opción terapéutica importante. En cáncer de pulmón estudiado en animales la cúrcuma paraba toda actividad tumoral en el 94% de los casos. En el cáncer intestinal es importantísima al aumentar la expresión de los genes antitumoral p53. El TNF-alfa y otros factores inflamatorios del cáncer se reducen. Otro estudio encuentra una proteína, que es inducida por la curcumina en células de cáncer de colon, lo que desencadena la apóptosis de células tumorales. La N-acetylcisteina (NAC) – una sustancia utilizada en la terapia anticancerigena- bloquea este efecto de la curcumina. En casos de poliposis intestinal su uso detiene la proliferación de la enfermedad. En el cáncer orofaríngeo inducido por nicotina, la cúrcuma es aceptada como agente profiláctico.
La curcumina es una sustancia ideal para desintoxicar el cuerpo. Son muchos los estudios que demuestran este efecto. Los habitantes de Bengala Occidental en la India padecen intoxicaciones por arsénico por depósitos naturales de arsénico en el suelo. Muchas personas mueren en una fase temprana de cáncer y otras enfermedades inducidas por el arsénico. La curcumina puede prevenir efectos de arsénico, por un lado y por otro lado induce la reparación del ADN.
Otra diana en el tratamiento con cúrcuma del cáncer es el NF-kappaB, mecanismo de acción detalladamente estudiado por el Dr. Aggarwal entre muchos otros. El factor nuclear-kappaB (NF-kB) es un factor de transcripción pro inflamatorio y actúa como uno de los principales mediadores en la carcinogénesis.
Investigaciones en el Memorial Sloan-Kettering indican que tiene sentido beber té verde junto con una comida condimentada con cúrcuma para potenciar el efecto contra el cáncer. Hay una sinergia entre ambos alimentos que potencia el efecto anticancerígeno. La curcumina por su estructura hidrofóbica es como el resveratrol poco soluble y por lo tanto la absorción intestinal es muy limitada. Si el problema a tratar es intestinal esto no supone un problema pero en otros casos hay que intentar aumentar la absorción. Aquí es importante entre otras sustancias la rubusosida. Rubusosida se conoce comúnmente como extracto de té dulce. Se extrae de las hojas de un arbusto chino (Rubus suavissimus S.Lee). El extracto es de 200 veces más dulce que el azúcar de caña y contiene más del 70% de rubusosida. Este extracto se transforma en un polvo blanco, que es muy soluble en agua y pueden ser fácilmente mezclado con la cúrcuma. Rubusosida con curcumina es soluble en nanopartículas, su solubilidad aumenta en casi 400 veces y la actividad anti-cancerígena no se ve alterada. Otro principio activo que aumenta la absorción es la pimienta pero el añadirlo al preparado de curcumina nos limita en altas dosificaciones por la irritación intestinal que produce.
¡En la psoriasis y el cáncer de piel la curcumina es disuelta en aceite de eucalipto. La curcumina, permanece más tiempo en el cuerpo e incluso se puede detectar 96 horas después en el cerebro!
Si está tomando medicamentos o sometidos a radioterapia o quimioterapia para tratar el cáncer debe ser extremadamente cauteloso por las posibles interacciones y los efectos de la curcumina en hígado y otros órganos.
Referencias:
- Aggarwal, BB et al, Anticancer Res. 2003 Jan-Feb; 23(1A):363-98.
- Br J Clin Pharmacol 1998 Jan;45(1):1-12; update Toxicol Lett 2000 Mar 15;112-113:499-505.
- Molecular Vision 2003; 9:223-230, full text free online
- Anticancer Drugs. 1997 Jun;8(5):470-81.
- Informe sobre curcumina. Efectos anticancerígenos.
- Fomento de un enfoque integral de la curación y el bienestar.
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Distribución tisular y la eliminación de la capsaicina, piperina y la curcumina después de la ingesta oral en ratas.