• 04 MAR 13

    El tratamiento de la fibromialgia así como el tratamiento del síndrome de fatiga crónica y de las enfermedades similares es muy difícil. No solo en estas enfermedades sino en muchas otras un síntoma central es el agotamiento o la fatiga. El tratamiento de la fatiga tiene que ser abordado como siempre desde distintos aspectos. En contra de lo que creen muchas personas no es siempre y exclusivamente un síntoma consecuencia de una causa psíquica. El diagnostico del tratamiento del Burnout es más y más frecuente. Según muchos estudios hasta el 30 de la población que trabaja padecen de agotamiento crónico Herbert Freud Enberger el que creó el termino de Burnout síndrome en 1975. Fueron Christina Maslach y Susan Jackson las que idearon el sistema de diagnostico llamado Maslach Burnout Inventory (MBI)

     
     

    El MBI se compone de 22 a 25 preguntas que tratan de captar la imagen del paciente afectado. Según muchos estudios hasta el 30 de la población que trabaja padece CBY (Copenhague Burnout inventory) Este está más bien dirigido a pacientes expuestos en el ámbito del trabajo o de profesiones de atención social. Cuando en los años 70 se creó el diagnostico de Burnout no existían las posibilidades diagnosticas de hoy en día en aquel entonces la investigación y el metabolismo celular era apenas inexistente, la neurobiología estaba en sus comienzos pero hoy en día fruto de las investigaciones neurológicas tenemos un sinfín de pruebas diagnosticas para verificar el agotamiento. El problema es que la mayoría de estas pruebas son muy costosas y en muchos casos no tienen consecuencias terapéuticas concretas.

    Son muchas sustancias las que intervienen en los mecanismos de estrés: cortisol, dopamina, noradrenalina, adrenalina, dhea y serotonina entre otras. A esta lista en algunos casos habrá que añadir el Resveratrol. Pero la causa última del agotamiento se da a nivel celular. Nos sentimos agotados y cansados porque a nivel celular no funciona la producción o el almacenamiento del ATP. El ATP es el combustible que necesita nuestras células y nuestro cuerpo para funcionar. Es nuestro metabolismo el que se encarga de convertir los alimentos que tomamos en ATP. Son alrededor de cien mil procesos metabólicos por segundo los que tienen lugar en cada célula para la generación de energía. 

    Desgraciadamente la ATP no puede ser almacenada en el cuerpo por lo que tiene que ser producido continuamente. El sitio donde en la célula se produce la energía son las mitocondrias. Aquellas células que precisan de mucha energía pueden tener hasta 1.500 de estas mitocondrias en sus células. Nuestras células nerviosas necesitan aún mucha más energía por eso pueden tener hasta 5.000 mitocondrias por célula. Ahora bien el absoluto record se lo lleva el ovulo femenino que puede tener hasta 120.000 mitocondrias por célula. El lugar donde tiene lugar la producción de energía en las mitocondrias se llama cadena respiratoria. En nuestro cuerpo existen alrededor de 180 trillones de cadenas respiratorias. Esto es un ¡18.000.000.000.000!. La mitocondria obtiene de una unidad de azúcar hasta 38 unidades de ATP. En el plasma de la célula una unidad de azúcar puede ser transformada en un máximo de 2 unidades de ATP.

     Esto hace ver la importancia de la producción de energía por parte de las mitocondrias. Para que podamos funcionar “a tope” necesitamos que la producción de energía por parte de las mitocondrias funcione bien. Pero esta producción energética por parte de las mitocondrias lleva a la formación de radicales libres. Estos tienen que ser neutralizados inmediatamente por las células para que no puedan atacar las estructuras celulares. Hoy en día la actividad mitocondrial puede ser medida en una prueba de sangre. 


    Alteraciones intestinales crónicas. Todas estas son las sustancias que son usadas en los cuadros de agotamiento y similares. Pero no tiene sentido utilizarlas todas a la vez ni de manera indiscriminada. Únicamente el tratamiento basado en los Conocimientos de los procesos que están ocurriendo tendrá éxito. De esta manera el paciente que toma cierta medicación para bajar los niveles de colesterol y afectado de agotamiento desde hace años encontrará, después de un calvario de médicos y tratamientos, la solución a su problema existente desde hace más de cinco años en tomar Coenzima Q-10.  
    Este es uno de los muchos casos tratados en nuestra consulta utilizando únicamente complementos nutricionales. Son muchos factores los que pueden producir radicales libres y provocar una disminución de la producción de energía por nuestras células. Causantes frecuentes hoy en día son: estrés en todas sus formas.

    • Inflamaciones crónicas
    • Consumo de tabaco y alcohol
    • El estrés lumínico
    • Factores ambientales (venenos industriales y de la agricultura, metales pesados, radiaciones, medicamentos…)

    La capacidad de producción energética o parte de la mitocondria como hemos visto más arriba, es mucho mayor que la del plasma celular. Cuando la capacidad mitocondrial de producir energía se ha visto comprometida, a la larga siempre resultará enfermedad. La capacidad de producción de energía por parte de la célula es demasiado limitada. El estrés oxidativo es capaz de bloquear la función de energía a nivel de la célula. Pero existe un estrés celular aún mucho más grave llamado estrés nitrosativo. Este será cuando se produce un óxido de nitrógeno en forma de gas a nivel celular. Este gas es necesario, pero cuando su producción esta aumentada o su degradación disminuida se produce una sustancia que no sólo bloquea la formación de energía a nivel celular sino que también destruye las mitocondrias. Son ciertos cuadros los que llevan a un aumento de la formación de este gas: dolores crónicos, alergias alimentarias, inestabilidad de la columna cervical, inflamaciones crónicas del intestino, infecciones crónicas, exceso de aumento de nitratos por la comida, afectación por ondas radiomagnéticas, ciertos medicamentos como por ejemplo las estatinas. El estrés mitrosativo es una causa típica de la sintomatología de los pacientes afectados de agotamiento. Se produce la destrucción de muchas sustancias como por ejemplo el triptófano y también la destrucción de las mitocondrias.

     Las mitocondrias (Fig.) son orgánulos convertidores de energía:

    burnoutSiempre que se sospeche estrés nitrosativo habrá que controlar los niveles de vitamina B12. Los niveles de esta vitamina dependen entre otras cosas de los niveles de ácido fólico. Cuando el ph del intestino pasa por encima de 6.3, disminuirá significativamente la absorción de acido fólico desde el intestino. El 80% del acido fólico que se toma con la alimentación está en una forma que no puede ser reabsorbida en el intestino delgado. Es la acción de una enzima que necesita del zinc para poder funcionar, lo que convierte al ácido fólico en una forma que se puede reabsorber en el intestino delgado. Pero esta reabsorción depende en gran medida del ph existente en el intestino. Cuando este ph está por encima de un valor de 6,3, disminuirá significativamente la absorción del ácido fólico desde el intestino produciendo un déficit en sangre. En estos casos, el tratamiento no será el aporte de ácido fólico por vía oral sino el restablecimiento de un ph normal en intestino. La vitamina B12 es una de las sustancias importantes cuando hay estrés nitrosativo en el cuerpo, por esto se hará bien en comer en caso de sospecha grandes cantidades de carne, lácteos, huevos y pescado. En lo que concierne la carne son sobre todo aquellas cosas que no solemos comer las que nos aportan vitamina B12: Casqueria, hígado…

    Por ende la clave del tratamiento del agotamiento y los cuadros parecidos como el Burnout o la fátiga crónica residen en entender el funcionamiento de producción de energía a nivel de las mitocondrias. En la mayor parte de los casos el problema se encuentra a nivel mitocondrial. Cuando la producción de energía por parte de las mitocondrias va a marchas forzadas siempre se produciran radicales libres. Estos radicales libres pueden producir gran daño a nivel de las células, las mitocondrias y del cuerpo entero. Para que no llegue a producirse gran daño, el cuerpo dispone de varias sustancias para anular el efecto de los radicales libres. Estas sustancias son:  

    • La Vitamina C
    • El acido alpha lipoico
    • El selenio
    • Los betacarotenos
    • Zinc
    • Coenzima Q10
    • El manganeso
    • Los pioles
    • Los polifenoles y el glutatión

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