En Estados Unidos un grupo de investigadores médicos logró que 9 de cada 10 personas con reflujo lograran controlarlo a través de un anillo metálico que se implanta entre le esófago y el estómago.
Este anillo reduce la apertura de la boca del estómago y evita que los ácidos causen ardor.
En un porcentaje del 90%, probado entre 750 y 900 pacientes se logró acabar con los síntomas. Cuando el esfínter (musculo que cierra el paso entre el estómago y el esófago) no funciona se produce el reflujo. Sin embargo mediante cirugía “en este caso no invasiva” se puede colocar el llamado anillo en una operación que dura una o dos horas, de esta manera aquellos pacientes que usaban continuamente medicación ya no tendrán que volver a tomarla para eliminar la ácidez. En algunos países como por ejemplo Urugay el 5% de la población padece esta dolencia por lo que este método es muy relevante en el avance de curación de esta enfermedad. El nombre comercial de este anillo es LNK y los resultados obtenidos se publicaron en la revista New England Journal of Medicina. El 92% de los pacientes después de haberse implantado el LINK ya no presentaba síntomas de reflujo; el 87% no necesitaba tomar medicamentos, y el 94% dijo estar satisfecho con el tratamiento. Sólo vio afectado en algunos pacientes la dificultad al tragar pero disminuyó y hasta desapareció con el tiempo.