• 26 FEB 13

    Son muchas las causas que pueden llevar a un fracaso del tratamiento de la candidiasis. Para tratar con éxito estos casos hay que tener mucha experiencia con ellos para poder llegar a identificar lo que pueda ser la causa. En algunos casos el fracaso se da porque el paciente no tomó el tratamiento recetado. En otros el tratamiento con mistatina fue demasiado corto o su dosis fue demasiado pequeña.

    En muchos de estos pacientes el tratamiento microbiológico habrá sido demasiado corto o insuficiente. Cuando hay una candidiasis el sistema inmune asociado en el intestino siempre estará debilitado. Es esta debilidad la que ha permitido que aparezca una candidiasis.

    Esta debilidad del sistema inmune a nivel intestinal tiene que ser tratada con sustancias inmunologicamente activas, el zinc y el selenio. En estos casos será siempre conveniente hacer un diagnóstico cuantitativo de la IgA secretora en heces. Con esta cuantificación se puede en muchos casos hacer una estimación de la duración necesaria del tratamiento.

    En otros casos la alteración de la flora intestinal fue tan masiva que hace falta prolongar el tratamiento sustitutivo con probióticos. Aquí son importantes sobre todo el Mutaflor (intestino grueso) y el Probiocult libre de lactosa (intestino grueso e intestino delgado). 

    Otro gran grupo de los fracasos en el tratamiento de la candidiasis son aquellos pacientes en los que se da un fenómeno de escape de la candida. En estos casos la candida en vez de ser fagocitada es capaz de “esconderse” en los macrófagos debilitados del paciente. Estos monocitos no son capaces de matar la candida, pero consigue esconderse en los macrófagos y después matarlos. De esta manera la candida sobrevive en los macrófagos y no puede ser eliminada por unos monocitos debilitados. De esta manera la candida escapa al efecto del medicamento antimicótico y a la vez consigue disminuir la efectividad del sistema inmune asociado al intestino por una disminución de células macrofágicas efectivas. Este es un fenómeno muy complejo en el que hay que determinar Alfa II macroglobulina y Alfa I antitripsina para poder determinar el tratamiento adecuado. Cuando estos casos no se tratan puede aparecer en algún momento un Leaky gut syndrome.

    En el tratamiento de estos estados se utilizan a parte de probióticos sustancias inmunologicamente activas como por ejemplo el regazym plus.

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