La quimioterapia además de destruir las células de cáncer también destruye las células saludables, un «efecto secundario» que muchas veces conduce a una muerte acelerada, no a la curación; la quimioterapia también es conocida por fomentar el crecimiento de células resistentes a los tratamientos dentro de los tumores, dando como resultado un tipo de cáncer más mortal.
Se han descubierto un gran número de compuestos naturales que presentan un efecto llamado «toxicidad selectiva», lo que significa que son capaces de matar las células de cáncer y no dañar las células saludables ni el tejido.
Este tipo de tratamiento contra el cáncer tiene un objetivo claro y no dará como resultado la muerte del paciente debido a «daños colaterales” en lo que es una guerra fallida no en contra del cáncer, sino del daño causado en el cuerpo del paciente.
Las enzimas mas importantes que ayudan a tratar el cáncer son las llamadas proteolíticas porque ayudan a restaurar el balance en su sistema inmunológico. Estas enzimas ayudan aumentando las citoquinas que destruyen las células cancerigenas.
Disuelven la fibrina es decir las células de cáncer que se ocultan debajo de la capa de fibrina para no ser detectadas se vuelven visibles, de esta manera pueden ser atacadas por su sistema inmunológico. También se cree que la fibrina hace que las células de cáncer se unan, lo cual aumenta la probabilidad de metástasis.
Una investigación publicada en la revista Planta Medica descubrió que la bromelina una de estas enzimas, que puede extraerse del tallo de la piña y que es selectivamente citotóxica era mucho mejor que el medicamento para la quimioterapia 5-fluorauracil en el tratamiento del cáncer en un estudio realizado en animales.
La bromelina no causó ningún daño adicional en los animales.
En un estudio publicado en Planta Medica, la bromelina se inyectó directamente en la cavidad abdominal, como ya se sabía no es tan fácil que estas enzimas vayan al torrente sanguíneo, ya que son susceptibles a la desnaturalización y necesitan ayuda para estar fuera del alcance del ácido del estómago.
Muchas veces se les da un “recubrimiento entérico” para ayudarlas a sobrevivir al viaje a través de su tracto digestivo.
Sin embargo, actualmente existen nuevas investigaciones que señalan que de hecho si pueden pasar a través de su tracto intestinal e ir al torrente sanguíneo y sistema linfático.
Ya se utilizan las enzimas sistémicas orales para tratar problemas que van desde lesiones deportivas hasta artritis, enfermedades cardíacas y cáncer.
Otro caso es el que estudió John Beard cuando contaba que el cáncer era el resultado de una disminución de las enzimas pancreáticas, lo cual alteraba la respuesta inmunológica.
Pero tras un estudio con diez pacientes con cáncer de páncreas inoperable que se trataron con grandes dosis de enzimas pancreáticas orales (junto con una desintoxicación y una alimentación orgánica) constituyó que sus tasas de supervivencia fueron de 3 a 4 veces más altas que las de los pacientes que recibieron un tratamiento convencional.
La citotoxicidad es una propiedad que sólo se encuentra en los compuestos naturales, ningún medicamento de quimioterapia desarrollado hasta el momento es capaz de este efecto.
Una de las razones por las que es tan importante llevar una alimentación rica en alimentos crudos, orgánicos y frescos es por las enzimas y si utilizamos suplementos es importante que lo hagamos con el estomago vacío.
Existen otros compuestos citotóxicos que se encuentran en la Vitamina C, en los extractos de plantas (glucósidos solasodina ramnosil “BEC”), de la familia de las solanáceas como la berenjena, el tomate, la patata, los pimientos y el tabaco, también impactan únicamente en las células de cáncer, sin alterar las células normales.
También tenemos el extracto de cúrcuma, que en un estudio publicado en el 2011 en el Journal of Nutricional Biochemistry, a las ratas a las que se les administró curcumina, el principal polifenol en la cúrcuma, tuvieron una reducción en los tumores cerebrales inducidos experimentalmente en 9 de 11 ratas tratadas, notando que la curcumina no afectó la viabilidad de las células cerebrales “lo que sugiere que la curcumina se dirige de forma selectiva a las células transformadas (de cáncer).”
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