• 20 SEP 12

    El panga es un pescado blanco de agua dulce que en su fase adulta, generalmente, llega a medir unos 1,40 metros de longitud y a pesar en torno a 44 kilogramos. Este pez vive en ríos y lagos del sureste asiático, principalmente de Vietnam y Tailandia, en los que encuentra las condiciones necesarias para desarrollarse. Concretamente, es originario de los ríos Mekong y Chao Phraya, aunque en la actualidad esta especie se encuentra en muchos otros ríos en los que se ha introducido para su producción en acuicultura, especialmente en Vietnam, productor de 90% del panga que se consume en el mundo.

    Desde que comenzó a importarse a España de forma masiva este pescado ha tenido su polémica, ya que se cuestionan entre otras cosas sus métodos de producción y salubridad, aunque según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), debemos de estar tranquilos al consumirlo según informa el AESAN.

    Es pescado fácil de filetear, y por lo tanto, fácil de preparar, envasar y comercializar. Los filetes de este pescado apenas tienen espinas , por lo que es fácil y cómodo de comer, sobre todo para los niños por eso es tan usual en los comedores de los colegios, residencias de ancianos, hospitales…y tiene muy buen precio, es barato.

    Le han llegado a llamar el pescado de la crisis porque es masiva su producción e importación.

    Existe mucha polémica entorno a este pescado en términos pesqueros pues el precio es tan bajo que no se puede competir. Si los países de Europa y sobre todo España es el segundo importador mundial después de Rusia, se acusa a los productores asiáticos de competencia desleal. Por otro lado la producción de este pescado es muy rápida engordándoles con harina soja, vitaminas y mandioca, pero los requisitos legales son graves ya que no hay ¡supuestamente! controles medioambientales, y otras muchas cuestiones…. aunque lo más interesante sería destacar la relación de este pescado polémico con la alimentación.

    La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), realizó un estudio en el que 5 de las 30 muestras analizadas presentaban contaminantes como el mercurio, aunque la cantidad se encontraba por debajo del límite fijado por la legislación vigente, por lo que el consumo no peligraba. Sin embargo había presencia de plaguicidas en 4 de las 29 muestras analizadas. Aquí no existen límites legales para la plaguicida en el pescado, pero sí para vegetales, de modo que 2 de esas cuatro muestras los superaron.

    Algunas fuentes indican que las aguas en las que se crían estos peces contienen una gran concentración de diversos microorganismos patógenos que llegan hasta el consumidor final. En el artículo de la OCU lo más destacable en este sentido es la presencia de Escherichia coli en 4 muestras de las 29 analizadas. Esto indica contaminación fecal, pero no nos asegura que la fuente de esta bacteria sea el agua donde crecieron los peces esto significaría que quizá se debe a una incorrecta manipulación del producto al cortarlo, al envasarlo, etc.

    Los aspectos nutricionales más destacables de cualquier pescado son principalmente su contenido en ácidos grasos insaturados, como son los famosos omega 3 y sus proteínas, vitaminas y minerales. Los pescados azules, como el atún, tienen una mayor cantidad de grasa, y por lo tanto de ácidos grasos omega 3, por lo que en este sentido son más apreciados que los pescados blancos como la merluza, o como el panga.

    Proporciones:

    • la proporción de proteínas de la merluza fue de 18,7 (g/100g), mientras que la del panga fue de 9,9 (g/100g).
    • la proporción de ácido omega 3 en la merluza fue de 190 (mg/100g), mientras que en el panga fue de 76 (mg/100g). (Composición Lipídica).

    Estos son algunos de los aspectos que rodean al panga, unos son del sector pesquero, otros medioambientales, higiénico-sanitarios y aspectos nutricionales.

    • El panga puede presentar ciertos contaminantes, como mercurio o pesticidas, aunque en cantidades que no son preocupantes. Por ese motivo un adulto no debería consumirlo más de una vez por semana, mientras que un niño no debería consumirlo más de una vez cada dos semanas.
    • El panga contiene muy poca cantidad de proteínas si lo comparamos con otros pescados, por lo que deberías alternar su consumo con el de otras especies más nutritivas.

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