Leuconiquia es la designación de manchas blancas en las uñas. Habitualmente estas manchas se dice que son por deficit de calcio y/o zinc en la dieta, pero recientes estudios no han confirmado esta hipótesis y no existe ningún dato objetivo en la literatura científica que apoye esta versión.
Dentro de los tipos de leuconiquia, las causas pueden ser muy variadas, como manicuras demasiado agresivas, uso frecuente de sustancias agresivas como jabones o detergentes, lejías, etc…
Debe diferenciarse la verdadera leuconiquia de la leuconiquia aparente, en la cual las manchas blancas no están realmente en la uña, sino en el lecho úngueal, y son visibles por transparencia. En este caso la mancha está en una situación fija y no progresa hacia el borde ungueal a medida que se produce el crecimiento de la uña. La leuconiquia aparente puede indicar la existencia de otras enfermedades que producen este fenómeno como manifestación secundaria.
Existen varios tipos de Leuconiquia como la parcial que afecta a un sector único de la uña; la total afecta a toda la uña y se suele heredar; la estriada suele darse tras tratamientos de quicio o manicuras agresivas; la punteada que e produce por traumas infantiles y se distribuye por toda la uña; estas son las más generales.
Algunos expertos comentan que estas manchas no aparecen por la falta de calcio, como se dice habitualmente, sino que la explicación tiene que ver con la queratinización.
Las uñas crecen un milímetro cada 10 días, así que cuando vemos la mancha en mitad de la uña significa que la lesión se produjo hace un par de meses.
La solución para la leuconiquia es esperar que la uña vuelva a crecer.