• 29 MAY 12

    El mejor mensaje para este artículo es el siguiente:

    es mejor tomar la fruta que el zumo,  y si es zumo hay que tomarlo siempre enseguida es decir nada más hacerlo y por supuesto nunca comprado si no es recién hecho.

    La vitamina que se encuentra en mayor concentración en los  cítricos  es la vitamina que se obtiene de la naranja la Vitamina C o ácido L-ascórbico es una vitamina que puede disolverse en agua es decir hidrosoluble y que se puede encontrar principalmente en vegetales, como fresas, patatas, pimientos, cítricos, etc. Su importancia en la dieta reside en que es un nutriente esencial, lo que quiere decir que nuestro organismo no es capaz de sintetizarlo, pero lo necesita para funcionar de forma normal. De hecho, esta vitamina es indispensable para mantener la estructura normal del organismo como tendones, cartílagos, huesos, dientes, piel, encías e interviene en importantes reacciones metabólicas, como la producción de colágeno, la metabolización de grasas y la absorción de hierro. Por cierto, esta última característica es la que explica que se recomiende beber zumo de naranja cuando se comen lentejas, por ejemplo. La gran importancia de la vitamina C, que hace que su participación sea indispensable en un número notable de reacciones metabólicas, se debe a que es un antioxidante.

    Las reacciones químiecas son las llamadas reducción-oxidación o simplemente redox, en las que los reactivos intercambian electrones. Es decir, uno de los reactivos, que recibe el nombre de agente reductor, suministra electrones de su estructura química al medio, aumentando su estado de oxidación, o sea, siendo oxidado.

    El otro reactivo que interviene en la reacción, que recibe el nombre de agente oxidante, tiende a captar esos electrones, quedando con un estado de oxidación inferior al que tenía, es decir, siendo reducido. En el caso que nos ocupa, el agente reductor el que se oxida es la vitamina C, que cede sus electrones al agente oxidante que se reduce, que es el oxígeno.

    Hay que tener en cuenta que no solamente se oxida la vitamina C de la superficie del zumo, es decir, la que está en contacto con el aire, sino que también lo hace la del resto del vaso, ya que en dicho zumo también hay oxígeno disuelto. Lógicamente, la oxidación se ve favorecida si se agita el zumo, ya que se facilita la reacción entre el oxígeno y el ácido ascórbico.

    Si la vitamina C se oxida, pierde su propiedad más importante, que es la de ceder electrones, lo que provoca que no pueda intervenir en el desarrollo de ciertas reacciones metabólicas dentro de nuestro organismo. Esta vitamina puede degradarse también por otros factores, como la temperatura (si se calienta o se refrigera el zumo), la concentración de sal y azúcar, el pH, la presencia de ciertas enzimas , la luz y la presencia de catalizadores metálicos. Es necesario entonces, beberse el zumo cuanto antes.

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