• 15 JUL 14

    Continuamos con la última de las entradas en las que estamos descubriendo la importancia y los efectos de la Vitamina D en distintas patologías difíciles de erradicar y tratar. Después del colesterol LDL y del autismo, os vamos a hablar sobre la relación de la vitamina D y el Cáncer de Mama.

    La vitamina D, antirraquítica (su déficit provoca raquitismo en los niños, osteomalacia y osteoporosis en adultos), o calciferol se puede obtener a través de la dieta, la leche y el huevo, y por la piel tras la exposición a los rayos solares UV. Cualquiera de estas dos vías de producción de vitamina D será siempre mejor opción a la administración oral.

    La vitamina D regula los niveles de calcio y de fósforo en la sangre a través del intestino (de los alimentos) y del riñón para favorecer el paso de calcio a los huesos y que dará como resultado la mineralización ósea. Actúa sobre el sistema inmunitario ya que promueve la fagocitosis y la actividad antitumoral inhibiendo la formación de vasos sanguíneos que nutrirán al tumor y fomentando la muerte de las células tumorales. Además tiene capacidad como agente antimicrobiano y antiinflamatorio.

    Estudios de 9 años de duración sobre un grupo de más de 4.500 pacientes con cáncer de mama, avalan que el déficit de vitamina D está directamente relacionado con la aparición del cáncer de mama y por lo tanto será absolutamente fundamental, en la prevención y en el tratamiento del mismo. Aquellas mujeres con niveles más altos de vitamina D (30 ng/ml – 80 ng/ml) tenían un pronóstico de supervivencia 2 veces superior al de aquellas, cuyos niveles de vitamina D eran inferiores (menor o igual a 17ng/ml). Lo que supone un riesgo 50% menor de padecer cáncer de mama en aquellas mujeres cuyos niveles de vitamina D son de 50mg/ml.

    Destacar, sin embargo, la imposibilidad para determinar y/o recomendar de manera generalizada, la cantidad de vitamina D a tomar en un tratamiento oral, ya que de persona a persona fluctuará notablemente los niveles de vitamina. Realizar controles periódicos de vitamina D y tomar la cantidad que el médico le indique, en definitiva, serán las claves disfrutar de una salud relevante.

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